24.8.08

Y DE POSTRE, PLATA Y BRONCE


Hemos podido ver el mejor partido de la historia de nuestro baloncesto. Que nadie lo dude. El equipo nacional se dignificó en la derrota más dulce de todos los tiempos (107-118) haciendo temblar a los norteamericanos con un juego prodigioso y un carácter legendario. El orgullo y el honor esta vez es de plata. ¿Realmente importa algo? La suerte de ser del mismo país que estos tíos lo merece todo. Quedaban 8:15 para acabar el partido. Rudy Fernández elevó los brazos, acariciando la bola por encima de su cabeza, lanzó el balón y entró. Era un triple que quedará para siempre en la memoria de todos: 89-91 para los norteamericanos, que tenían que pedir tiempo muerto. ¿Qué tenían que hacer para ganar a España? Simplemente, hacerlo lo mejor que saben. Ése es el mérito: los españoles obligaron a la mayor colección de estrellas posible a dar el 100%. De no ser así, no hubieran ganado. Lo inesperado, lo inaudito, había ocurrido: los muchachos de ese país irredento del Sur de Europa desafiaban al Imperio en el deporte que orgullosamente inventaron. España jugó como los ángeles, leyenda obligaba, y honró a todos los que, de una manera o de otra, han tenido que ver algo en la historia de este deporte en nuestro país. La plata es un metal menor para lo conseguido por este equipo, pero es que ese metal no existe: la materia del honor, del orgullo, de los sueños y de la gloria está por descubrir. Viendo un partido de baloncesto estuvimos cerca de descubrirla. No hay mayor mérito. De tú a tú y algo más No fue sólo jugar de tú a tú a los siderales que vestían camiseta azul. Fue algo más. Fue exhibir la indomable necesidad de ganar de un equipo que no sabe perder, en el mejor sentido de la expresión.

La selección española de balonmano logró colgarse la medalla de bronce al cuello después de imponerse a Croacia en la final de consolación por un marcador global de 35 a 29. Se trata del mejor resultado de España en unos Juegos (igualando la actuación en Atlanta y Sídney).
Cuando quedaban ocho minutos para el final y la confianza estaba en su punto álgido. Pastor rotó lo imprescindible a los hombres en pista, que poco a poco fueron conscientes del hito que estaban logrando. Tanto fue que David Barrufet, que decía adiós a la selección, tuvo su último minuto de gloria. Un premio que tuvo recompensa con el bocinazo final. Mirada al luminoso, que reflejaba un 35-29 favorable a España. Una victoria que bien vale una medalla de bronce.
Con esta victoria, España rompe el gafe que tenía con Croacia, a la que no ganaba desde el Mundial de Túnez del 2005 y con la que había caído en el primer partido en Pekín. Además, España iguala el tercer puesto de Atlanta'96 y Sídney'00, cuando ganaron a Francia y a Yugoslavia en las respectivas finales de consolación. El tercer puesto es el mejor resultado del combinado español en unos Juegos Olímpicos.

Y colorín colorado estás Olimpiadas se han acabado, con un buen papel español aunque podría haber sido mucho mejor. 18 metales nos traemos de vuelta de un medallero absolutamente dominado por la selección anfitriona.
Espero que todos hayais estado bien informados sobre los logros de nuestros deportistas y hayais disfrutado leyendolas tanto como yo posteandolas :). Ahora a disfrutar de la ceremonia de clausura que seguro que es espectacular.
Por cierto, para aquellos que echan de menos el fútbol : Argentina es la ganadora de estos juegos derrotando en la final a Nigeria (1-0).
ENHORABUENA A TODOS!!!!

1 comentario:

Ompare dijo...

Esperabamos más de nuestros chicos de atletismo pero en global nos llevamos una buena cosecha de metales. Aunque debemos venir más preparados a estas competiciones para poder dar más guerra.
Somos unos crackkksss!!!